En estas fiestas, unión y solidaridad

Barranquilla, 30 de diciembre de 2020. (Columna del senador Mauricio Gómez Amín).- Navidad y año nuevo en casa, resguardados en familia. Así vivimos en el mundo la celebración de las fiestas decembrinas, en medio de restricciones y medidas que ha determinado la permanencia del COVID-19.

Hace 12 meses nos alistábamos para vivirlo de una manera distinta en la que los tapabocas no estaban a la vista ni eran el ‘accesorio’ infaltable en nuestro atuendo. Es deber de todos seguirnos cuidando y tratar de ser lo más responsables posible para blindar la salud propia y la de familiares.

Además de las tradiciones, de reunirse toda la familia, de saludarse de beso y abrazo, de salir a decirle ‘feliz año’ a los vecinos, de viajar por vacaciones y demás costumbres que se quiebran para esta época, también son miles de negocios que tuvieron que cerrar sus puertas porque no pudieron subsistir varios meses cuando el confinamiento congeló su flujo de caja.

Duele imaginar que detrás de esa decisión obligada hay un padre de familia desempleado, un comerciante o empresario sin su proyecto, hay sueños, esfuerzos y metas que se vieron apagar por un virus que resultó ser más fuerte que ellos y que su economía. La misma que se ha visto en apuros por disminución de ingresos y de capacidad de compra en los hogares.

Recuperar la economía nacional es una tarea fundamental del año venidero, por lo pronto, está claro que el COVID-19 ha llegado a sacarnos de nuestra zona de confort o de la rutina en la que nos movíamos a diario.  Esto no es solo un tema de salud pública, es una situación que afecta a los distintos sectores del país, por tanto, es pertinente tomar parte en la lucha adoptando un enfoque basado en la participación de todos los niveles de gobierno y de la sociedad para una estrategia dirigida a prevenir los casos positivos, salvar vidas y reducir al mínimo otros efectos del virus.

Es tiempo de ayudarnos unos a otros. Las diferencias políticas deben quedar a un lado, la población necesita permanecer unida, ver a los dirigentes con voluntad de diálogo y demostrando su capacidad de concertar para salir adelante. Esta nueva situación en la que nos encontramos, se hace más llevadera si la afrontamos en conjunto. Podemos proyectar un futuro próspero que necesita de causas comunes y sociales que permitan mayor cobertura de ayudas en las poblaciones vulnerables de Colombia.

Aún con los cambios, incertidumbre, problemas y dificultades que presenciamos durante el 2020 por cuenta de esta pandemia inesperada, seamos agradecidos por lo que tenemos, por seguir viviendo, por las oportunidades que se presentaron, por lo bueno que le pasó a cada quien y por poder reponer fuerzas para continuar el camino que falta y que superaremos.

Aprovecho este espacio con ustedes, amigos lectores, para enviarle un mensaje de solidaridad y fortaleza a aquellas personas que perdieron a uno o a varios seres queridos en este tiempo tan difícil para todos.

Hay miles de razones para el optimismo y la esperanza, ya hay países que empezaron la vacunación masiva contra el COVID-19 y en el nuestro, empezaremos a ver esta luz en el primer trimestre del próximo año.

Mi saludo especial para ustedes.

De corazón, ¡feliz año 2021!

 


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