¡Y el gobierno no asistió!

Bogotá 1º de febrero de 2021.(Columna Guillermo García Realpe).-Con los crespos hechos, así literalmente dejó el Ministro de Salud Fernando Ruíz, a los colombianos, tras su ausencia en la Audiencia Pública convocada por algunos senadores de la Comisión Quinta del Senado el pasado martes 26 de enero. El alto funcionario, no sólo se excusó, sino que tampoco delegó su representación en este importante control político para abordar lo concerniente al Plan Nacional de Vacunación y para que le contará al país todo el proceso de adquisición de las vacunas por parte de Colombia.

No fue un desplante al Senado, fue un desplante al país en general, es una muestra más de la indolencia de este gobierno por una preocupación que es nacional, por un tema sumamente importante que todos queremos saber y conocer, porque lo que esta en juego es la vida de la gente.

La Audiencia Pública era el escenario propicio para que el gobierno resolviera una cantidad de dudas e inquietudes acerca de la contratación de las vacunas, la capacidad para gestionar las entregas, el proceso de logística, el cronograma de vacunación, la aplicación del biológico a los compatriotas que habitan la periferia, en fin, queríamos que fuera un espacio de interlocución, donde se le contara a los colombianos de manera transparente y de frente todo alrededor de lo que hoy es un misterio, debido a la figura de “confidencialidad” de la cual últimamente se habla mucho.

Y es que desde un principio no se le dijo la verdad al país, el pasado 18 de diciembre el presidente Iván Duque anunció con bombos y platillos que en las primeras semanas de 2021 empezaría la vacunación, ya estamos terminando enero y no tenemos ni jeringas. Ahora, nos dicen que febrero llegarían las vacunas del mecanismo COVAX, pero la Representación en Colombia de la OPS-OMS ya anunció que eso sólo será posible hasta marzo. Y mientras tanto la estela de muertos sigue aumentando en cada rincón de la patria día tras día.

Según estadísticas globales, Colombia lamentablemente está dentro de los 11 países con más muertes y es una de las tres naciones donde no se recomienda vivir debido al mal manejo en el control de la pandemia, es una pena, pero es nuestra triste realidad.

Ahora, según el prestigioso The Economist, Colombia sólo será vacunada masivamente a finales de 2022, seguiremos entonces sometidos a eternos confinamientos, toques de queda, restricciones a la movilidad, picos y cédula, y mientras tanto el virus haciendo de las suyas y matando a más hombres y mujeres de nuestra patria.

A este paso, seremos los coleros en inmunizar a nuestra gente, mientras países de la región como Ecuador e incluso Bolivia ya cuentan con sus primeras dosis, y otros como Argentina, México y Brasil ya han inmunizado al 0,6, 0,5 y 0,4 por ciento respectivamente de su población, en Colombia apenas existen decretos y una improvisación a escala superior que nadie entiende. ¡Realmente es vergonzoso!

Se dice ahora que, una vez lleguen las vacunas, se espera que sea el 20 de febrero, serán las EPS las encargadas del proceso, pero sí no han podido hacer más de 70 mil pruebas diarias, ¿serán capaces de aplicar 223 mil vacunas por día? Ese es otro gran interrogante que queda en el aire, ya veremos si eso se convierte en otra talanquera en el Plan Nacional de Vacunación, por el bien del país, hacemos votos para que no sea así. No merecemos esa suerte.

Finalmente, también nos preocupa la situación de miles y miles de colombianos que habitan la periferia y la Colombia marginal, necesitamos que ellos también tengan cobertura y acceso eficaz a la vacuna, no es posible que regiones como Nariño y otras que no cuentan con disponibilidad de equipos y personal médico, estén remitiendo enfermos a punto de morir a Cartagena y Barranquilla porque no tiene manera de atenderlos, pero también el interrogante tiene que ver en la distribución de las vacunas que irán a siete ciudades que tienen infraestructura y disponibilidad, pero nosotros estamos demandando que haya inmediatez entre esos centros regionales con los departamentos periféricos.

Quienes planteamos interrogantes y observaciones no podemos ser descalificados por el gobierno como politiqueros o populistas, estamos en defensa de un derecho legal y constitucional de promover la salud y la vida para los colombianos.


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